La belleza del malecón de Puerto Vallarta continúa siendo una de las principales atracciones de este destino turístico, al mismo tiempo, la extensión del malecón ha ido cambiando a lo largo de las últimas décadas. Los cambios más notorios tienen que ver con su embellecimiento y sobre todo con las poderosas esculturas de bronce que se han erigido ahí. Varios artistas locales y otros contribuyentes han colocado estas obras de arte a lo largo del malecón, mismas que se han vuelto muy populares ya que todo mundo busca tomarse una foto al lado de ellas.
En esta ocasión, sin embargo, queremos hablar de una escultura en particular: Los Milenios del escultor Mathis Lidice, ubicada cerca del Hotel Rosita, un lugar donde antiguamente llegaban los pescadores a descargar su pesca. Está justo al principio del malecón y es el inicio de muchas otras esculturas simbólicas a lo largo de lo que ahora es también un recorrido artístico a lo largo de la bahía.
La obra se eleva en una espiral que simboliza el inalcanzable recorrido del tiempo, el ADN, la historia y la celebración de la llegada del nuevo milenio. En sus fases o giros encontramos personajes como Netzahualcóyotl, el rey poeta de la época prehispánica. Asimismo se hace presente la serpiente emplumada, Quetzalcoatl, quien es fuente de sabiduría y quien de alguna forma marca un vínculo entre el segundo milenio y el tercero.
Justo al centro de esta impactante obra se puede apreciar la imagen de Carlomagno, fundador de Europa, haciendo alusión a la inestabilidad y turbulencia del primer milenio. También se observan unas manos en forma de oración como tributo al cristianismo y la fe de la humanidad.
La obra en su totalidad es muy interesante y fácilmente se puede entender su lógica o lo que el artista buscaba transmitir a través de ella. Aunque claro, cualquier descripción por parte nuestra no es sino un intento de buscar la interpretación más sublime ante semejante hazaña del artista. Lo cierto es que Los Milenios es una escultura digna de ser admirada por todos, tanto locales como turistas. Ya que su valor yace en la celebración de la vida y el transcurso de la humanidad en la historia a través de sucesos trascendentes.
